HISTORIA DEL CORO
La historia del coro de los hermanos y hermanas de la Vera Cruz y Cristo Resucitado, nace de la inmensa fortuna de poder participar de forma activa en la misa del Domingo de Pascua. En la celebración litúrgica hay un ministerio en el que nos hemos involucrado con mucha intensidad desde hace muchos años, es el de la animación de los cantos en esta gran fiesta que es la eucaristía que sigue inmediatamente al encuentro Glorioso en Torrent.
Para nosotros es muy importante, y es por ello que cada año intentamos mejorar nuestra presencia animando a los asistentes a que gocen cantando con nosotros el misterio de la Resurrección de Cristo. Día exultante como ninguno, día lleno de alegría, Cristo ha vencido a la muerte, y nosotros con Fe esperamos participar de esa Vida futura.
Cantar en comunidad es una experiencia que sobrepasa a la persona. El cantar en un coro nos proporciona lazos de solidaridad que mejoran nuestras vidas. Nuestro coro está formado por personas, de diversas edades, pero lo más bonito de todo es que cuando todos cantamos, la edad desaparece, el agobio de la semana desaparece, incluso los miedos desaparecen. Luego ya vendrán de nuevo, no es milagroso, cierto, pero es una experiencia que nos trasciende efectivamente.
Hemos dado pasos cortos en nuestro quehacer musical, y nos hemos animado a cantar un hermoso Himno a la Cruz en el Viernes Santo, día de nuestra procesión penitencial. Pero también, y esto es lo novedoso con respecto a otros años, nos hemos lanzado a anunciar el nacimiento de Cristo participando en el Concurso de Villancicos Arciprestal de Torrent.
Sí, con ánimo de vivir con más intensidad el 75 aniversario de nuestra hermandad, entre otras cosas, decidimos lanzarnos a participar en él. Sabíamos que esta experiencia sería positiva ya que el esfuerzo en conseguir un objetivo común aúna los corazones y fortalece los lazos de amistad. La educación en el trabajo conjunto y el respeto al otro se ven reflejados en un ensayo de coro. La fortuna nos ha sonreído porque hemos visto recompensada nuestra labor, pero no por los premios (que también los hay), sino porque los niños y niñas que han venido, las familias… todos, hemos colaborado en la construcción de un mundo mejor anunciando que se puede ser feliz de otra manera con la Fe puesta en Jesucristo.
También la música nos ayuda a mejorar lazos de amistad con los “otros”. Hemos colaborado con dos hermandades participando en celebraciones particulares, o conjuntas (por ejemplo la misa de imposición de hábitos que se celebra en la Iglesia de la Asunción de Ntra. Sra.). Después de esos ensayos y actuaciones ya no es la misma mirada con la que te acercas con el que has cantado al lado. Si tenéis oportunidad comprobadlo. Animaos a incorporar en vuestras vidas la música, y si puede ser en directo mejor para tod@s. La Vera Cruz y Cristo Resucitado, con la ayuda del Señor, camina en esa ilusión.