La perdida de hermanos en la hermandad, se rompe afortunadamente. Será a partir del año 1967, cuando se realicen los nuevos reajustes. La nueva junta directiva ahora integrada por los siguientes miembros: Vicente Sanz mora, Presidente; Jaime R. Benlloch Andreu, Vicepresidente; José Luis Hernández Tronch, Secretario; Felipe Escuder Tordera, Vicesecretario, Rafael Almerich Martínez, Tesorero; Salvador Baviera Sanz, Antonio Toledo Aguilar y Vicente Luis Climent, Vocales. Después de las celebraciones de Semana Santa, habría unos nuevos retoques en la entrada de nuevos miembros. Juan José Cornejos Pobeda como Secretario, pasando José Luis Hernández a Vicesecretario, e introduciéndose el nuevo cargo de Cobrador en la persona de José Chust Andreu y Ramón Salvador Ferrer como Vocal.
En este mismo año de 1967, la junta directiva y en una reunión previa, establece crear la llamada Procesión Penitencial de la hermandad. Este nuevo acto o procesión, viene precedido tras la muerte del que fuera uno de sus fundadores; D. José Ferrís Silla. La muerte unos meses antes de la Semana Santa de ese mismo año, embargó de dolor y sentimiento a todos sus miembros, realizándose dicho acto en su memoria. La participación de un gran número de hermanos ese día y, el hondo sentimiento religioso que tuvo el acto, propició que esta Procesión Penitencial continuase relizándose en los años sucesivos.
La idea de la Procesión Penitencial, siguió en los años siguientes, pero viendo la participación por parte de los hermanos y el acompañamiento de algunos devotos de la Santa Cruz, se acordó que esta procesión tuviese un sentido totalmente penitencial, que significase un gran sacrificio para los hermanos que participan en ella.
El detalle de la junta resulto ser que una vez concluido el acto, se les ofreciese una colación compuesta por una ensaimada y una barra de chocolate. Unos años más tarde, la iniciativa por parte de D, Joaquín Puig Garrigues, iría más lejos proponiendo que esta pasara a ser una gran chocolatà. La procesión cambiaría su recorrido año tras año, buscando no el lucimiento y la ostentación, sino el sosiego y el fervor religioso de cualquier vecino de la población que en esos momentos y, en una madrugada de absoluto silencio quisiera participar en la misma. Esta procesión, hoy se celebra todos los años como acto propio en la madrugada del Viernes Santo (05:00 horas). (Ver Procesión Penitencial)
La preocupación de la junta, por volver a levantar la hermandad, queda de manifiesto en el aumento progresivo en el número de Hermanos que cada año se inscriben, en la confección de nuevas trajes de Vesta (Nazareno), en la búsqueda de trajes de Vesta de antiguos miembros que ya no participaban en los actos, el dejar en condiciones la carroza para los desfiles procesionales, en la realización de galas para los tambores y trompetas, en la fabricación de báculos eléctricos e incluso en el intento de sacar la Reina del Encuentro; finalmente no se llevaría a efecto.
El trabajo incansable por partes de la junta, estaba dando buenos resultados. Nuevos miembros ingresaban en la hermandad aunque muy lentamente. El el año 1975/76, se propone volver a presentar de nuevo a la Reina del Encuentro y Ángel de Resurrección. En la Semana Santa del 1976, la Srta. afortunada seria Adela March Cano, que acompañadas por sus camareras Mª Ángeles March Cano y Consuelo Miquel Vilanova, así como de sus pajes Purificación Garrido Durán, Rafael Higueras Toral y Ana Garrido Durán, volvería a darle esplendorosidad a la hermandad igual que a la propia Semana Santa de Torrent.
Los años iban pasando y la hermandad recobraba la grandeza de antaño. El Domingo de Ramos, 3 de abril de 1977, tiene lugar en la Parroquia de la Asunción Ntra. Sra., la bendición de un nuevo banderín para la hermandad. Esta renovación se produce debido a las malas condiciones que presentaba el anterior (Fundación). Actuaron para ello como padrinos en el mencionado acto: D.ª Inmaculada Almerich Moreno y D. Enrique Toledo Aguilar. El nuevo banderín, al igual que el palio para la carroza de la Vera Cruz, que también se renovó en el mismo año, fueron confeccionados por las Religiosas del Colegio Madre Sacramento de Torrent.
Llegábamos casi al final de la década de los ochenta. Nada relevante durante estos últimos años. No sería hasta el año 1987, cuando de nuevo y, ahora en orden rotativo aprobado en Junta Central de Hermandades de Semana Santa de Torrent, cuando nuestra hermandad presentaba a su Reina del Encuentro Inmaculada Verdet Abad. Junto a ella sus dos camareras Amparo Pérez e Inmaculada Chust Tortosa y, cerrando su corte sus pajes Vicente Verdet Casaban, Vicente Vilanova soler, Eduardo Chust Tortosa, Rubén Andreu, Ana Muñoz, Rosa Mora Puig, y María Mora Lerma, escribirían un nuevo capítulo para la hermandad.
Entre los años 1987 /88, la hermandad en aquellos días, toma una nueva decisión. La hermandad del Cristo Resucitado para diferenciarla de la hermandad de la Vera Cruz, se debería de confeccionar una nueva capa. Esta capa, serviría para renovar y darle de nuevo una imagen a la hermandad en el acto del Domingo de Gloria del Señor. La idea era, poder relacionar el color blanco con la pureza de Cristo Resucitado. Progresivamente, durante los siguientes años, los hermanos fueron confeccionándose las nuevas capas blancas, aunque hay que detallar que este cambio fue progresivo y lento.
Un nuevo banderín sustituiría por tercera vez a los anteriores. Confeccionado y bordado por D.ª Carmen Mora, este sería bendecido el día 23 de marzo del año 1991 por el sacerdote D. Juan Arribas en la Parroquia de San Luis Bertrán (La Ermita), los padrinos en este caso, les corresponderían ser a D. Salvador Simón Andreu y D.ª Ana Baviera Andreu.
En las celebraciones de la Semana Santa del año 1993, después de varios intentos por parte de la junta, se toma la decisión de renovar el Palio del paso de la Vera Cruz. Similar al anterior, fue elaborado y bordado por las religiosas del Monasterio de Santa Gema de Torrent. Este Palio ha sido depositado en el mismo convento hasta finales del año 2019, debido a que la congregación por falta de religiosas volvieron a su lugar de origen. (Bilbao)
En el año 1994, la hermandad celebraba su 50 Aniversario. No hubo ningún acometido sobre actos relacionados con este año, ya que fue casualidad que los cargos ostentados por una nueva junta joven e inexperta comenzara su andadura con tan gran proyecto. Si hubieron algunas propuestas sobre actividades a realizar, pero sin llegar a su fin. Solo reseñar, que se diseño y se colgó en la Calle Mayor una pancarta anunciando el año conmemorativo.
Finalizada la Semana Santa de este año, cabe indicar la restauración de la imagen de Cristo Resucitado, cuya constitución presentaba grietas en los ensamblajes, desconchados en la parte inferior por golpes, roces y humedades, así como pérdida de la policromía de las carnaduras y del dorado. El artista Javier Almenar Besó llevó a efecto su restauración, que incluía el tratamiento de la madera contra los insectos xilófagos, la comprobación de la estructura de la figura, la colocación de un dedo que faltaba, la consolidación de los ensamblajes, el estucado de los desconchados, la reintegración de las carnaduras y el dorado en oro fino.